La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y el que más sufre durante el periodo de estival, está expuesta a factores como el sol, viento o el agua marina. Todos estos factores traen como consecuencia la deshidratación, las manchas o pigmentaciones, la aparición de pequeñas venas o telangiectasias faciales, así como también la pérdida de elasticidad con la consecuente sensación de flacidez.
Beber agua y mantenerte hidratado no es suficiente para hidratar la piel después de un período de exposición solar intenso. La aplicación de Ácido Hialurónico en las capas más profundas de la piel es el tratamiento ideal para revertir esta situación. El tratamiento se realiza por medio de microinyecciones, que adhieren el producto en las capas más profundas de la piel, ayudando a promover el colágeno y mejorando así la flacidez cutánea.
Las lesiones superficiales de la piel más frecuentes después de la exposición solar son la aparición de manchas y telangiectasias o venas. La Luz Pulsada Intensa es el tratamiento ideal para combatirlas de manera radical. Actúa en las capas más superficiales de la piel quemando el pigmento de las manchas, este proceso hace que el organismo asimile que tiene un cuerpo extraño y, por tanto, eliminará dicho pigmento. Además, el efecto del calor del láser facial hace que se cierren las venas mejorando así el aspecto de la piel en cuanto a color y luminosidad.
Si bien el uso de cosmética profesional es importante durante todo el año, en el período posterior al verano es algo imprescindible, pues ayuda a preparar la piel para los tratamientos posteriores potenciando su efectividad. El uso de componentes como los hidroxiácidos ayudará a rejuvenecer nuestra piel disminuyendo las arrugas leves y eliminando las primeras líneas de expresión.