¿Debería ponerme un balón gástrico?
El balón gástrico es uno de los tratamientos médicos más habituales y recomendados para perder grandes volúmenes de peso. Se caracteriza por ser un proceso rápido (no más de 6 meses) efectivo e indoloro.
La principal ventaja de este método es que no solo consigue disminuir el peso del paciente, sino que ayuda a modificar sus hábitos alimenticios y, por tanto, a cambiar su estilo de vida hacia uno más saludable y equilibrado.
¿En qué consiste un balón gástrico?
En primer lugar, al paciente se le hace un estudio endoscópico del estómago para comprobar su estado. Este paso es importante ya que hay que asegurarse de que el paciente no tiene ninguna úlcera o enfermedad incompatible con el balón. Si los resultados son favorables, se podrá pasar a quirófano para introducir en el estómago el balón intragástrico.
Un balón gástrico es prácticamente un globo de silicona médica. En su interior lleva una solución salina que actúa en el proceso gástrico limitando la capacidad estomacal del paciente. Este globo se introduce desinflado y una vez colocado se rellena de la solución. El tamaño del balón vendrá determinado por la altura, peso y características del paciente, aunque generalmente abarca en torno a un 30% del volumen estomacal.
Gracias a la acción del balón gástrico, el portador sentirá cómo disminuye su sensación de hambre y ansiedad. Es decir, como la sensación de saciedad se alcanza con facilidad, disminuye notablemente la ingesta alimenticia, causando una reducción de peso importante en un tiempo muy reducido.
¿Se lo puedo poner todo el mundo?
La implantación de un balón gástrico no está indicada para aquellas personas que únicamente quieran adelgazar unos kilos o estilizar su metabolismo. Es un proceso destinado a personas con problemas de sobrepeso u obesidad, por lo que se requiere que el paciente necesite perder al menos unos 12 kg. de grasa. El balón gástrico es también una opción recomendada para aquellas personas con enfermedades cardíacas, respiratorias, etc. para las que el sobrepeso puede significar un serio problema de salud.
¿Qué ventajas tiene la colocación de un balón gástrico?
Los buenos resultados que se obtienen con el balón gástrico contrastan con la sencillez de la operación. Su colocación no requiere de cirugía y la intervención es mínimamente invasiva. Al realizarse mediante una endoscopia tanto la colocación como la retirada, el proceso es rápido y no requiere de hospitalización. Además, resulta indoloro.
¿Tiene alguna contraindicación?
El balón gástrico es un proceso muy poco invasivo, por lo que no son habituales las contraindicaciones. El paciente puede experimentar malestar, vómitos o mareos las 24 horas posteriores a su colocación, pero son efectos leves y pasajeros. En muy excepcionales ocasiones, pueden producirse un rechazo o intolerancia del balón, en cuyo caso debe ser retirado inmediatamente. Sin embargo, estos casos son muy poco habituales.
Antes de someterse a un proceso como este es importante tener en cuenta que únicamente con la colocación del balón gástrico no es suficiente para normalizar el metabolismo. También es necesario reconducir los hábitos alimenticios con la supervisión de un experto, ya sea un médico, un nutricionista o un psicólogo.