
Aunque cuidar nuestras manos es necesario durante todo el año, podemos afirmar que es durante los meses más fríos cuando más atenciones especiales precisan, pues deben enfrentarse a numerosos factores externos dañinos para la piel.
El resultado, unas manos de aspecto áspero y agrietado. ¿Te suena?
Hablamos de una de las partes más expuestas del cuerpo y por ello podemos afirmar que es una de las zonas que sufre con mayor intensidad el efecto de agentes ambientales que pueden provocar sequedad, como el viento o las calefacciones. Además, las bajas temperaturas pueden alterar la película protectora de nuestra piel, contribuyendo a irritar o enrojecer nuestras extremidades.
En algunas ocasiones, estos daños pueden dar paso incluso a pequeñas heridas, comúnmente conocidas como sabañones, que si bien en revisten mayor gravedad, son muy dolorosos y molestos.
Para evitar llegar a estos extremos basta con cuidar a diario nuestras manos y tener ciertas precauciones.
¡Cuida tus manos con estos consejos para tenerlas perfectas durante todo el invierno!
- Hidrata las manos: el aspecto agrietado de nuestras manos durante el invierno se debe a la sequedad de las mismas, por ello si quieres que recuperen una textura suave debes empezar por hidratarlas con frecuencia. Procura tener a mano una crema de manos y empléala siempre que lo estimes necesario.
- Mantenlas protegidas: la mejor forma cuidar nuestras manos, es mantenerlas alejadas de todos aquellos agentes que las dañan. Para conseguirlo, no olvides coger tus guantes cuando salgas a la calle, pues son el mejor instrumento para mantenerlas calientes y protegidas del viento.
- No guardes el protector solar: aunque tenemos asociadas las cremas de protección solar al verano, lo cierto es que es necesario emplearlas durante todo el año. El sol del invierno tiene un efecto igualmente dañino y favorece el envejecimiento prematuro de la piel, dando lugar a manchas y contribuyendo a secar aún más nuestras extremidades.
- Lava tus manos con agua templada y jabón neutro: lavar las manos a menudo para combatir las bacterias y los virus es importante, pero si no se hace correctamente también puede contribuir a dañar nuestra piel. Para realizar esta acción sin perjudicar a nuestras manos, debemos emplear agua templada y jabón neutro y, al finalizar, secarlas correctamente para que no queden restos de humedad.
- Fortalece tus uñas: el cuidado de las manos debe ir de la mano del cuidado de las uñas. En el invierno, es común que estas sufran y se quiebren con facilidad, por lo que es recomendable aplicar tratamientos fortalecedores que nos ayuden a repararlas.
¡Aplicando estos consejos, podrás disfrutar del invierno sin que tus manos se resientan!
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