crioterapia-solucion-para-verrugas

Crioterapia, la solución para las verrugas

La crioterapia es una de las soluciones más comunes para deshacerte de pequeñas imperfecciones en la piel, como las berrugas o los fibromas cutáneos. Es un tratamiento no invasivo que utiliza los beneficios del frío extremo con fines terapéuticos. 

La crioterapia utiliza nitrógeno líquido para “quemar” las imperfecciones o lesiones cutáneas de carácter benigno que resultan antiestéticas. Con esta técnica revolucionaria se pueden aplicar temperaturas de -196 grados en una zona local muy específica, lo que lo convierte en una solución ideal para tratar imperfecciones en lugares delicados o visibles, como la cara o los genitales. 

¿Cómo funciona? 

La crioterapia se parece a los tratamientos que se venden comúnmente en farmacias para tratar el virus del papiloma o verrugas de poca importancia. También recurre a las virtudes del nitrógeno líquido de aplicación cutánea local, aunque con la diferencia de que es un tratamiento pensado para tratar lesiones de la piel más grandes, graves o en zonas especialmente sensibles. 

Existen distintas técnicas de crioterapia, que se aplicarán en función de la lesión a tratar, su ubicación corporal y su extensión sobre la superficie cutánea. Lo más común es su aplicación mediante pulverización con un aplicador de pistola o sifón. 

¿Dónde puedo aplicar crioterapia? 

La crioterapia, correctamente aplicada por un experto, puede utilizarse como tratamiento contra verrugas vulgares, verrugas planas, verruga seborreica, verrugas genitales, papiloma plantar, molusco contagioso, queratosis, léntigo senil, acrocordón y otras lesiones de la piel, siempre y cuando estos no tengan un carácter maligno. 

¿Qué precauciones tener antes de un tratamiento de crioterapia? 

La crioterapia es un tratamiento no invasivo, eficaz y controlado. Sin embargo, hay que tener ciertos cuidados en su aplicación y no hacerlo de forma indiscriminada. Es necesaria precaución en el caso de ancianos, niños o determinados tipos de piel más sensible. Asegúrate de acudir a un especialista acreditado para que valore la intensidad a la lesión y tu tipo de piel antes del tratamiento.