Combate la grasa localizada

Cómo combatir de forma efectiva la grasa localizada

Las personas tendemos a acumular grasa localizada en algunas partes de nuestro cuerpo. Es algo muy habitual, especialmente en mujeres de cierta edad. Aunque hay distintos motivos para su aparición, la acumulación de tejido graso suele estar relacionada con nuestros hábitos de vida, de modo que es por ahí por donde hay que empezar si lo que buscas es recuperar tu figura y decirle adiós a esas cartucheras que tanto te molestan.

Ten en cuenta que tu peso está determinado principalmente por la cantidad de calorías que ingieres y la cantidad de calorías que quemas. Hay otros factores que también influyen, como la edad o la genética, pero sobre estos no tenemos ningún control. De nada sirve lamentarse por el paso de los años o esa tendencia a engordar que heredamos de nuestros padres, lo mejor es centrarse en aquellos aspectos en los que sí podemos influir, y la mejor forma de hacerlo es a través de la dieta y el ejercicio. 

Una alimentación saludable

Tu principal objetivo será crear un déficit de calorías, es decir, quemar más calorías de las que ingieres en un día para perder el exceso de grasa. Pero ojo, no confundas ingerir menos calorías con comer menos. Este es un error habitual que además de ser peligroso para la salud puede producir un efecto contrario al esperado. 

Para ingerir menos calorías lo principal es controlar la alimentación. Elimina de tu dieta los azúcares y las grasas saturadas y céntrate en alimentos altos en nutrientes, como las verduras, las legumbres o las frutas. Revisa tu repertorio de recetas y empieza a cocinar al vapor, con hervidos, a la plancha o al horno. Los fritos, rebozados, estofados y las salsas es mejor olvidarlos por el momento. 

Controlar la alimentación también supone pautar unas rutinas para comer, y la más importante de todas ellas es acostumbrarse a hacer entre 5 y 6 comidas al día. Estarás harto de escuchar que el desayuno es la comida más importante del día pero no por ello es menos cierto, no te olvides de ingerir alimentos ricos en fibra para empezar la mañana. Comer a media mañana y a la merienda ayuda a generar una sensación de saciedad que evita que comas más de lo recomendado en la comida principal. 

Para que tu dieta sea realmente efectiva no solo importa controlar la cantidad de comida que ingieres, también debes centrarte en la calidad. Prioriza las proteínas frente a los hidratos de carbono e incrementa la ingesta de fruta y verdura. No olvides hidratarte bien. Beber entre 1.5 y 2 litros de agua al día te ayudará a eliminar líquidos e incluso notarás que te concentras mejor. Pero recuerda, solo agua; los zumos, las bebidas con gas y el café destiérralos de tu dieta. 

Vida activa y ejercicio

Si consigues crear un déficit de calorías perderás todo ese exceso de grasa localizada que tanto de atormenta. Notarás que las primeras semanas de dieta bajarás de peso rápidamente, pero si quieres que los resultados sean duraderos deberás empezar a hacer ejercicio, solo con la dieta no basta. Los ejercicios de cardio como correr, spinning, zumba… son una buena opción para ayudarte a quemar calorías. Sin embargo, si lo que buscas son unos resultados rápidos y efectivos, es recomendable centrarse en ejercicios de fuerza. Levantar pesas te aportará una mayor masa muscular, que ayuda a quemar calorías mucho más rápido. El esfuerzo físico de levantar peso también conseguirá que la pérdida de calorías sea algo continua y no solo puntual. 

Métodos alternativos contra al grasa localizada

Si después de seguir todas estas recomendaciones todavía hay alguna zona de grasa localizada en tu cuerpo que se resiste a desaparecer, siempre puedes recurrir a tratamientos especializados como, por ejemplo, la intralipoterapia. Consulta a tu médico especialista sobre la viabilidad de estas técnicas en tu caso y asegúrate de acudir a un profesional. Recuerda que, aunque recurras a técnicas de medicina estética como esta, para que la pérdida de peso sea constante y duradera lo más importante es mantener toda una serie de buenos hábitos, tanto de alimentación como de vida activa. Si necesitas ayuda, acude a tu médico para que te guíe a la hora de establecer estas rutinas.