Consejos para depurar el organismo

El cuerpo acumula diariamente una gran cantidad de toxinas procedentes de diversas fuentes: contaminación atmosférica, alimentos que ingerimos, productos que empleamos, hábitos no saludables como el tabaco… En la mayoría de las ocasiones, no somos conscientes de la gran cantidad de sustancias tóxicas que nuestro cuerpo debe combatir cada día. Para ello, tenemos que recurrir a diferentes rutinas para depurar el organismo.

Lo cierto es que nuestro organismo es muy eficaz y cuenta con numerosos recursos naturales que le permiten eliminar la mayor parte de estas toxinas por si mismo. No obstante, siempre es recomendable un poco de ayuda. Hoy vamos a mencionar algunos hábitos que pueden favorecer la depuración natural de nuestro organismo y que contribuirán a mejorar nuestra salud.

Para empezar, tendremos que cuidar nuestra alimentación. Debemos evitar consumir alimentos refinados como la harina o el azúcar e incluir en nuestra dieta alimentos depurativos, antioxidantes y diuréticos como las frutas y las verduras (limón, remolacha, col, apio, tomate, manzana, etc.). No olvides tampoco introducir en tu dieta alimentos con fibra, para estimular los movimientos intestinales y ayudar a combatir el estreñimiento.

La hidratación es clave

La hidratación también juega un papel relevante. Bebe agua de manera frecuente y toma infusiones desintoxicantes como el té, la infusión de manzanilla, de menta, de tomillo, de diente de león… Además, es recomendable reducir al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas y de cafeína, pues deterioran el funcionamiento del hígado y los riñones.

Otro punto importante si queremos un cuerpo lo más depurado posible es el deporte, pues el ejercicio físico movilizará las toxinas y nos ayudará a limpiar nuestro organismo a través del sudor. También podemos recurrir a las saunas o baños de vapor, que nos ayudarán en el proceso de limpieza gracias al calor y la humedad.

Por último, pero no menos importante, intenta descansar bien. La falta de sueño y el estrés aumentan los niveles de cortisol producido por el cuerpo, una hormona que en cantidad normales es necesaria para vivir, pero que si aumenta su nivel en la sangre se convierte en una toxina peligrosa.

 

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